header1200

 

Procesión de Lunes Santo

Es la procesión que lleva a cabo la Hermandad de forma individual. En ella participan sus cofrades debidamente ataviados con el atuendo penitencial que caracteriza a la misma, de color blanco tanto la túnica como el Capuchón, tocado con un pectoral en el que a modo de emblema aparece una cruz morada con la lanza y la vara de hisopo entrecruzadas en sus extremos, y la corona de espinas con tres clavos en el centro de la misma. Este atuendo se complementa con los guantes blancos y el cordón morado que ajusta la túnica a la cintura del cofrade, del cual pende en su extremo izquierdo el Crucifijo-Emblema.

 

A las veintidós horas y en la mayor solemnidad y recogimiento parte esta procesión de la Capilla del Cementerio Parroquial, situado en la parte mas alta del pueblo de San Lorenzo de El Escorial. 
Abriendo el cortejo, y llevando a cabo la función de Cruz Guía, va el Guión de la Hermandad flanqueado por dos grandes faroles. Este Guión no es portado erguido, sino que cae tras el hombro de su portador simbolizando la tristeza y el respeto por Nuestro Señor, que muerto en la Cruz va recorriendo las calles.

 Foto: Katia Navas

Tras los Faroles Guía y a ambos lados de la calzada, van lo que se conocen como Filas de Penitentes. Son los Cofrades encapuchados, que vestidos con su albo traje y portando un farol de mano acompañan a los Pasos en su transitar por las calles. Entre estas filas, grupos de niños encapuchados, la nota más tierna y a la vez entrañable de cualquier procesión. Niños que aún no han recibido la Primera Comunión y por ello en lugar de farol de mano portan una crucecita de madera.

 

Durante algunos años, una desnuda cruz de madera era el primer Paso, la Cruz abierta de brazos a la vida, que portada en unas pequeñas andas por adolescentes, recordaba lo que fue el Paso de la antigua Cofradía de la Santa o Vera Cruz. En la actualidad este paso ha dejado de procesionar, debido fundamentalmente a la falta de jóvenes para portarlo, Una lástima!.

 Foto: Archivo de la Hermandad

Tras ella "El Calvario", La Redención cumplida. El Dolor de la Madre y la Fidelidad del discípulo amado, inmortalizados en este imponente conjunto escultórico. Calvario, ,Blanco inmaculado en el reflejo de los Cofrades que lo acompañan. Blanco de pureza como el del Cordero sacrificado.......

 

... Y cerrando el Cortejo, tras el estandarte que anuncia su llegada, precedido por el Hermano Mayor con varios miembros de su Junta Directiva portando los cetros de la misma y ataviados todos con el atuendo penitencial de la Hermandad tocado con capa morada, aparece la Imagen Titular, El Santí­simo Cristo de la Buena Muerte, balanceándose suavemente sobre sus andas.
Unas andas sobrias que son llevadas a hombros por doce cofrades. Rodeando a las andas se encuentran otros doce cofrades portadores, pues dos son los turnos de carga con que cuenta el paso, siendo veinticuatro el número total de sus portadores, que van dirigidos por un jefe de Paso cuyo capuchón a diferencia del de los demás es de color morado. Este Capuchón morado solo lo llevan los Jefes de Paso (del Calvario y el Santí­simo Cristo) y los celadores que cuidan el buen orden en las filas de Penitentes.
Como dato anecdótico, señalar que todos los Hermanos ya sean hombres o mujeres procesionamos encapuchados con el atuendo penitencial anteriormente descrito, siendo la única Cofradí­a local que no incorpora Señoras ataviadas con la tí­pica Mantilla Española

Foto: Gema de la Fuente

La noche serrana se estremece cuando el Santí­simo Cristo va recorriendo las calles con su leve balanceo, en medio del blanco cortejo que lo acompaña. Su cabeza, tronchada como un li­rio sobre el cuerpo, sus músculos tensos y acusados, sus brazos rígidos y yertos en la cruz le confieren el realismo absoluto de un cadáver.........Y sin embargo, se vé que es Dios quien se halla clavado al madero!. Dios que muere para darnos la vida!.

 

Tras recorrer diversas calles de la parte alta del pueblo, y acceder por ellas hasta el centro del casco urbano, aproximadamente dos horas después de su partida llega la Procesión a la Iglesia Parroquial.

 

Esta procesión hasta el año 1995 se celebraba el Domingo de Ramos. La reordenación de los desfiles procesionales de las diferentes Cofradí­as locales para que procesionasen en el orden cronológico de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor dió origen al cambio del Domingo de Ramos al Lunes Santo .

 

Enlaces relacionados: