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Atributos Personales de La Hermandad

ATRIBUTOS PERSONALES

Cuatro son los objetos de carácter personal, que recibe quien voluntariamente decide incorporarse a la hermandad. Estos complementos, le son entregados de manera individual en el  solemne acto de bienvenida a los nuevos hermanos, que tiene lugar cada año el dí­a central del Septenario que celebra la hermandad en el mes de septiembre, con motivo de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, y constituyen, además de las señas de identidad de la hermandad, un claro reflejo de la personalidad de la misma.

CRUCIFIJO-EMBLEMA

Es el símbolo personal externo, representativo de la hermandad por excelencia, el "emblema", como su propio nombre indica. Se viene utilizando de manera oficial desde la refundación de 1.940, si bien, su uso puede venir de épocas anteriores, aunque por desgracia no se tiene constancia de ello. Lo portan todos los hermanos y hermanas colgado del cuello, a la altura del pecho y pendiendo de un cordón morado, en todos aquellos actos que celebra la hermandad, a excepción de los desfiles procesionales de Semana Santa, en que, convertida esta en Cofradía de penitencia, va atado al cíngulo del atuendo penitencial, colgando desde la cintura del cofrade por el lado izquierdo,.

El crucifijo que aparece a la izquierda de la imagen de arriba, ha sido el utilizado por la hermandad desde su refundación, si bien es cierto que, en los primeros años éste era de menor tamaño. Fué en la década de los años setenta del pasado siglo, cuando se implantó oficialmente este modelo y tamaño, que permaneció en vigor hasta el año 2.001, en que fué reemplazado por el crucifijo de la derecha, ligeramente más grande, pero que corresponde a una reproducción exacta en pequeña escala de la imagen titular, detalle este que le confiere un carácter más propio y personalizado si cabe.

Además de en los actos propios de la hermandad, el crucifijo-emblema es portado por los hermanos en otros de diversa í­ndole, bien ejerciendo la representación de la hermandad con su asistencia a los mismos, o simplemente, con la intención de dejar patente su compromiso de entrega al pertenecer a la misma, con todo lo que ello supone.

INSIGNIA DE SOLAPA

Complemento externo de bella factura, creado no hace demasiado tiempo. Es una  reproducción del escudo de la hermandad, que puede ser exibida en cualquier momento como seña de identidad

REGLAMENTO O LIBRO DE ESTATUTOS

     

Este librito, de pequeñas dimensiones pero de gran importancia la vez, publicado en los años 1.954 y 2.003 respectivamente., recoge el conjunto de normas que rigen el funcionamiento de la hermandad, así­ como los derechos y obligaciones de sus integrantes. Es de vital importancia que todos los hermanos conozcan y tengan acceso a su contenido, y por ello, se dispuso que cada uno contara con su propio ejemplar, "para ser consultado cuando la ocasión lo requiera, y de esta manera contribuir al mantenimiento de los principios fundacionales y la razón de ser de la hermandad."

El primero de los libritos que aparecen en la imagen , contiene los estatutos de la refundación de la hermandad tras la Guerra Civil. El segundo, pertenece a los que a día de hoy se encuentran vigentes, y que, en esencia, no son más que una actualización de los anteriores, adaptados a los tiempos en que vivimos.

DEVOCIONARIO

"Para el cultivo de la piedad de las hermanas y hermanos, y para facilitar una participación más plena de los fieles en las celebraciones religiosas de la hermandad", la Junta Directiva acordó en el año 2003 la elaboración de este devocionario, que contiene las oraciones para el Septenario al Santí­simo Cristo de la Buena Muerte, así como los formularios de los actos de piedad en torno al mismo, el Santo Rosario, Exposición del Santísimo Sacramento, bendición e imposición de crucifijos a los nuevos hermanos, Vísperas y lecturas de la Misa para la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, así­ como las lecturas para la Misa de la fiesta de Todos los Santos, que celebra la hermandad con especial cariño y atención.

Incluye también, además de oraciones propias y de la Iglesia, un Responsorio de Difuntos con una oración propia de la hermandad, que puede ser rezada en las exequias y otras celebraciones, en las visitas a los cementerios, y cuando hagamos memoria de nuestros difuntos.

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