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Septenario Anual

SEPTENARIO ANUAL

Probablemente sea la Celebración más íntima y entrañable de cuantas tienen lugar.

A mediados de Septiembre, el primer dí­a de la semana que contiene la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, la Imagen del Santí­simo Cristo de la Buena Muerte queda expuesta en la Iglesia Parroquial, donde durante siete dí­as su Hermandad celebra diversos actos litúrgicos en su Honor.
Esta celebración data de la época en que la Hermandad era conocida como Cofradía de la  Santa o Vera Cruz.

El Septenario comienza el Lunes con el traslado de la Imagen desde su capilla hasta la Iglesia Parroquial.

Este traslado se lleva a cabo con gran solemnidad, pues el Santísimo Cristo, colocado sobre unas pequeñas andas que van portadas por mujeres, recorre las calles mientras las personas que la acompañan rezan el Santo Rosario. Una vez el cortejo llega a la Iglesia Parroquial la Imagen queda expuesta junto al altar mayor, donde permanecerá hasta el Domingo, dí­a en que será retornada a su lugar de culto habitual.

Foto: Elías Morales

 

El rezo del Santo Rosario precede durante todas las jornadas del Septenario a la Eucaristí­a, que constituye el centro de la celebración diaria, y a cuyo término los Hermanos, dirigiéndose al Santísimo Cristo entonan su oración.

El Jueves, día central, además del Santo Rosario se lleva a cabo la solemne Exposición del Santí­simo.

Finalizada la Eucaristí­a, que ese día es aplicada por las almas todos los Hermanos difuntos, y en especial por las de aquellos que han fallecido durante  el último año, se da la Bienvenida a los nuevos Hermanos, a los que se acoge imponiéndoles el Crucifijo-Emblema, sí­mbolo que los identifica como tales y que es portado pendiendo del cuello por un cordón morado durante los actos que la Hermandad organiza, a excepción de los desfiles procesionales de Semana Santa en los que se viste el atuendo penitencial, circunstancia esta, en la que el Crucifijo-Emblema cuelga de la cintura del cofrade.

La jornada se completa reconociendo públicamente la fidelidad de aquellos Hermanos que cumplen medio siglo de pertenencia, a los que se les hace entrega de un diploma acreditativo.

Además de los Actos Litúrgicos anteriormente mencionados, durante el Septenario tiene lugar la Asamblea General Ordinaria, la elección de Hermano Mayor y renovación de cargos en la Junta Directiva cuando proceden tales aspectos, así­ como diversos actos destinados a la confraternización entre los Hermanos y fieles de la Parroquia en general.

Además de los Actos Litúrgicos anteriormente mencionados, durante el Septenario tiene lugar la Asamblea General Ordinaria. En ella, además exponerse el estado económico y los proyectos acometidos o que se pretenden realizar en el siguiente ejercicio, toman la palabra los Hermanos,, se efectúa la renovación de cargos en la Junta Directiva cuando procede, e incluso vota se la elección del Hermano Mayor, aunque esto último puede hacerse en cualquier momento del año. También en esos días, tienen lugar actos destinados a la confraternización entre los Hermanos, y fieles de la Parroquia en general.

El Domingo, último dí­a, tras los actos Eucarísticos es trasladada en procesión y con gran solemnidad la Imagen titular, esta vez portada en sus andas habituales por hombres. Una vez en el Cementerio Parroquial y antes de quedar expuesta para el culto, como símbolo de Amor y entrega se realiza un Besapiés al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, acontecimiento este que marca el final del Septenario anual.

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